El Centro de Comunicación del Bicentenario cerró sus puertas a las 3 de la mañana del esperado 9 de julio y tres horas después, volvió a acoger a hombres y mujeres de la prensa de todo el país, con un sencillo servicio de desayuno.
Cámaras de video en el piso, trípodes en un costado, micrófonos y equipos fotográficos colgando de sus correas fue la escenografía de los profesionales que masivamente asistieron al Centro donde pudieron intercambiar consulta con funcionarios de Presidencia de la Nación y el gobierno de la provincia. También hubo selfies entre colegas, anécdotas de la agitada jornada de anoche entre la Casa Histórica y la Plaza Independencia donde el protagonismo fue la multitud que sorprendió a los profesionales, más que nada, a aquellos provenientes de otros puntos del país.
Fotógrafos y camarógrafos, a primera hora en el centro de prensa
