La ceremonia se llevó a cabo en la Parroquia Nuestro Señor del Milagro y San Marón de la capital tucumana. El objetivo fue orar por la paz mundial, en especial por los cristianos de la Iglesia Copta en Egipto, quienes son víctimas constantes de atentados terroristas y persecución en Medio Oriente.
El gobernador, Juan Manzur, fue invitado por las autoridades del templo. La misa estuvo dirigida por el Monseñor Alfredo Zecca, Arzobispo de la Arquidiócesis de Tucumán.
El reverendo Charbel Chahine de la Orden Libanesa Maronita explicó que el catolicismo oriental es una rama de la iglesia católica, que responde a patriarcas fieles a Roma y al Papa Francisco, por la que todos los católicos pueden participar de las misas en San Marón.
La parroquia maronita tiene permiso de celebrar el rito latino y maronita, que es católico oriental. “Todas las familias católicas sin distinción pueden venir a celebrar la misa a San Marón”.
El sacerdote destacó que “la Argentina es un país de paz, con sus problemas como todos los países, pero con tranquilidad”, motivo por el que muchos inmigrantes supieron elegir esta tierra para desarrollar sus familias en paz.
San Marón fue un fundador de la doctrina católica oriental en los principios de la Iglesia. Fue un monje de la Iglesia de Antioquía del siglo IV, fiel a la Iglesia de Cristo. “Los maronitas son descendientes de esa espiritualidad oriental, que tiene una relación muy histórica con la santa sede en Roma desde hace 1600 años”, remarcó el reverendo.