
La estrategia es reducir la demanda de droga.
El Ministerio de Salud Pública, bajo la dirección de Luis Medina Ruiz, ha lanzado una iniciativa estratégica destinada a combatir el consumo de sustancias problemáticas en la provincia. A través de un trabajo colaborativo con diversas organizaciones sociales, encabezado por la subsecretaria de Salud, Cristina Majul, se busca abordar el problema desde sus raíces, centrando los esfuerzos en la prevención y la promoción de hábitos saludables en las familias.
Este esfuerzo es una respuesta integral a la creciente preocupación por el consumo de sustancias entre jóvenes y adolescentes. La estrategia, que se encuentra en su primera etapa, no se enfoca en controlar la oferta de drogas, sino en reducir la demanda. Según la doctora Majul, “la idea es disminuir la demanda del consumo de sustancias problemáticas. Y para hacerlo, debemos trabajar de manera profunda con la familia, con el joven y el adolescente, fomentando las habilidades necesarias para que enfrenten la vida de manera autónoma”.
Una de las acciones claves en este plan es la colaboración con los comedores comunitarios, que son los espacios donde se puede observar la realidad social más cercana. Estos actores, que están en contacto directo con las familias y los jóvenes, son considerados aliados esenciales en este proceso. Tal como lo explica Majul, “queremos que nos ayuden a estrechar los vínculos entre padres e hijos, que trabajen con las familias para que se sientan acompañadas, que pongan límites y que reconozcan que el Ministerio de Salud está a su disposición con todas las herramientas necesarias”.
El plan cuenta con diversas líneas de acción, siendo las dos primeras la promoción y la prevención. A través de talleres de capacitación, se busca empoderar a las organizaciones sociales para que identifiquen a las familias vulnerables y, en caso de detectar cambios en los hábitos de los jóvenes, sepan cómo intervenir adecuadamente. “Estamos creando una red de telepsicología y un equipo social que brindará apoyo psicosocial a quienes lo necesiten”, destacó la subsecretaria.
Uno de los grandes desafíos identificados por las organizaciones sociales es la necesidad de capacitación. Los comedores comunitarios no solo solicitan apoyo económico, sino también una formación más sólida para poder brindar la contención necesaria a las familias. “Sabemos que la situación es difícil, pero no todo es solo dinero; también es crucial el apoyo en términos de educación y capacitación para que sepan cómo abordar las problemáticas en sus comunidades”, puntualizó Majul.
El compromiso del Ministerio de Salud Pública con esta causa es claro y se refleja en la implementación de equipos territoriales que trabajarán directamente en cada comedor, recogiendo las necesidades de cada comunidad. Este enfoque cercano y personalizado será clave para implementar soluciones efectivas en los distintos barrios de la provincia.
En resumen, el plan estratégico del Ministerio de Salud Pública, a cargo del doctor Luis Medina Ruiz, se presenta como una respuesta integral y colaborativa que involucra a la comunidad, organizaciones sociales y el propio Ministerio, con el objetivo de reducir el consumo de sustancias problemáticas en la provincia y promover una cultura de salud y bienestar.