
Está representando a la provincia la vicepresidenta del Ente Tucumán Turismo, Inés Frías Silva. “Nuestra uva criolla, autóctona de la región, produce un vino que al principio sorprende por su intensidad, pero luego te enamora”, sintetizó sobre la producción vitivinícola.
“Tucumán es la provincia más chiquita y más grande a la vez”, afirmó Inés Frías Silva, vicepresidenta del Ente Tucumán Turismo del gobierno de Tucumán, quien está participando de la feria ITB Berlín 2025 y fue entrevistada por Caribbean News Digital donde ponderó la riqueza de las tierras tucumanas y su apuesta por el turismo con el sector vitivinicola.
Si bien muchas provincias argentinas producen vino, Tucumán se distingue por un enfoque que va más allá de la simple degustación. Dieciocho bodegas forman parte de su circuito, y once de ellas ofrecen experiencias turísticas. “No es turismo del vino, sino con el vino. Nos acompaña en experiencias que combinan naturaleza, historia y gastronomía”, señala Frías Silva.
El Circuito de los Valles Calchaquíes es el epicentro de esta propuesta, donde se pueden recorrer las estancias jesuíticas de Tafí del Valle, un sitio histórico que aún conserva la tradición de elaborar quesos manchegos. “Y, por supuesto, el queso no se disfruta sin un buen vino tucumano”, agregó la funcionaria.
La producción vitivinícola tucumana tiene una particularidad: la amplitud térmica extrema entre el día y la noche genera vinos con un sabor y color únicos. “Nuestra uva criolla, autóctona de la región, produce un vino que al principio sorprende por su intensidad, pero luego te enamora”, explica Frías.
Entre las joyas del circuito se encuentra la Bodega Comunitaria de los Indios Amaichas, la primera en Latinoamérica de este tipo y la segunda en el mundo. “La bodega está construida en piedra y evoca las antiguas viviendas de los Amaichas, reflejando su cultura y tradición”, cuenta la funcionaria.
Turismo rural y experiencias ancestrales
El turismo en Tucumán también es una invitación a sumergirse en su cultura viva. En Talapazo, un pequeño pueblo de 26 familias, los visitantes pueden aprender a preparar el frangollo, una sopa de maíz tradicional, o degustar los auténticos cafés de higo, tusca y algarroba. “Es una experiencia que conecta con lo auténtico, con lo simple, pero también con lo sorprendente”, enfatiza Frías.
La conectividad es clave para el crecimiento turístico de Tucumán. Recientemente, se anunció la ampliación del Aeropuerto Internacional Benjamín Matienzo, lo que triplicará su capacidad en el próximo año y medio. “Estamos gestionando nuevas aerolíneas y rutas para ampliar nuestra llegada a mercados como Alemania y España”, comenta Frías.
Tucumán se perfila como un destino en ascenso, atrayendo a viajeros que buscan autenticidad, naturaleza y tradición. Con una oferta hotelera que abarca desde hoteles de cadena internacional hasta alojamientos rurales, y un fuerte compromiso con el turismo sostenible y el desarrollo comunitario, la provincia apuesta por seguir creciendo.
“El turismo genera oportunidades, no solo para el sector hotelero o gastronómico, sino para las economías regionales y para cada poblador que encuentra en esta industria un medio de vida”, concluye Frías.
Turismo en Tucumán: una propuesta integral
El turismo en Tucumán es un reflejo de su diversidad natural, cultural y gastronómica. Desde experiencias enológicas en los Valles Calchaquíes, hasta recorridos históricos por la Ruta de los Jesuitas, la provincia ofrece actividades para todos los gustos y perfiles de viajeros.
Para los amantes de la naturaleza, Tucumán cuenta con una impresionante variedad de paisajes que van desde la exuberante Yunga, un ecosistema de selva subtropical, hasta los imponentes pastizales de altura del Infernillo, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. En el recorrido por la provincia, los visitantes pueden admirar el Observatorio de Ampimpa, un lugar privilegiado para el astroturismo, donde las noches despejadas permiten contemplar un firmamento inigualable.
Los viajeros interesados en la historia y las tradiciones pueden explorar la Ciudad Sagrada de los Quilmes, un sitio arqueológico que resguarda el legado de una de las civilizaciones prehispánicas más importantes de Argentina. Además, en la localidad de Talapaso, se puede experimentar el turismo rural comunitario, con actividades como la preparación de comidas ancestrales y la degustación de infusiones autóctonas, como los cafés de higo, tusca y algarroba.
Tucumán también ha fortalecido su oferta de turismo sustentable, promoviendo prácticas ecológicas en el sector vitivinícola y apoyando emprendimientos locales que valoran la producción orgánica. Un claro ejemplo es la bodega "Luna de Cuarzo", que cultiva sus vides siguiendo los ciclos de la luna, en armonía con el medioambiente.
Gracias a su creciente conectividad y a la diversidad de su oferta, Tucumán se posiciona como un destino que combina aventura, historia, cultura y gastronomía, invitando a los visitantes a descubrir cada uno de sus rincones con experiencias auténticas e inolvidables.