Organizado por la Fundación Cuidarte, el encuentro fue moderado por la secretaria de la organización, Claudia Epstein y contó con más de 80 participantes
El foro Diluyamos las barreras en el mundo del trabajo se desarrolló esta tarde, con el objetivo de generar más y mejores oportunidades de acceso al trabajo a personas con discapacidad.
Organizado por la Fundación Cuidarte, el encuentro fue moderado por la secretaria de la organización, Claudia Epstein y contó con más de 80 participantes virtuales a través de la plataforma zoom.
En la primera exposición, la magister en Psicología Educacional, María Fernanda Parajón Ferullo, abordó la accesibilidad en diferentes estamentos educativos. Durante su alocución, la especialista indicó que “hay que flexibilizar estructuras y formas edilicias y mirar al ser humano desde otro lugar a sus posibilidades de aprendizaje y poder brindar sus potencialidades más allá de sus diferentes diagnósticos”.
Organizado por la Fundación Cuidarte, el encuentro fue moderado por la secretaria de la organización, Claudia Epstein y contó con más de 80 participantes virtuales a través de la plataforma zoom.
En la primera exposición, la magister en Psicología Educacional, María Fernanda Parajón Ferullo, abordó la accesibilidad en diferentes estamentos educativos. Durante su alocución, la especialista indicó que “hay que flexibilizar estructuras y formas edilicias y mirar al ser humano desde otro lugar a sus posibilidades de aprendizaje y poder brindar sus potencialidades más allá de sus diferentes diagnósticos”.
Hay una aparente contradicción, porque los movimientos culturales globalizadores han dejado respuestas a incluir en lugar de segregar y esto en materia educativa implica dar multiplicidad de respuestas a una variedad de pedidos”, manifestó.
Sobre los procesos de inclusión educativa, opinó que “la educación no solo es un objetivo básico tendiente a mejorar la calidad de vida de todos los alumnos sino que nos enfrenta a un modelo de escuelas con un modelo pedagógico democrático que busca trabajar con las diferencias”.
Mencionó además, tres pilares básicos. El compromiso de la comunidad educativa, la familia como eje vertebrador y posibilitadora de estos procesos y los profesionales de acuerdo a las particularidades de esos procesos.
También, se refirió a factores obstaculizadores como los exógenos o sociohistóricos y los endógenos, subjetivos y psicosociales. “Son escasas las experiencias de personas con discapacidad que han podido sostenerse en ámbitos universitarias de manera exitosa”, lamentó.
Por su parte, el especialista en inclusión laboral, Luciano Vélez, invitó a repensar el rol de los actores de inclusión laboral. Y analizó el concepto de inclusión laboral junto con los participantes, a la que definió como “la posibilidad de brindar oportunidades reales, a todas las personas sin importar su condición o característica y en igualdad de condiciones”.
Es necesario el respeto a la diversidad y entender que somos todos distintos. Todos son personas que tienen que aprender a convivir en la diversidad”, consideró.
Asimismo, comentó que “la inclusión no se da porque las personas de las empresas no quieren abrirse a dar oportunidades laborales” y explicó que “en un proceso de inclusión laboral, participan la persona con discapacidad y la empresa, organización o Estado”.
Aseveró que “las empresas tienen que cambiar su mirada y ver que hay un posibilidad más grande de conseguir talentos”.
Manifestó que “tienen que generar acciones con impacto social positivo, porque son parte de una comunidad y deben empezar a contratar la diversidad de personas y para ello tienen que promover una cultura interna que respete esa diversidad”.
Para Vélez, el rol de la persona con discapacidad es formarse y capacitarse para participar de un proceso de selección y buscar la oportunidad laboral. "La familia no debe sobreproteger sino empoderar a la persona con discapacidad, puesto que su rol es acompañar y promover su autonomía”.
Además, destacó a las organizaciones suelen ser nexos para la inclusión laboral y acompañar a las empresas para que se logre es inclusión.
Finalmente, indicó que “el Estado impacta en todos los factores, porque es el encargado de desarrollar políticas públicas y de potenciar a los otros actores. La pensión debe ser un recurso que acompañe, pero no la solución”.
A su turno, Leandro Sánchez, cofundador de la revista Capacitados, contó que empezó hace 24 año como un proyecto periodístico y no social.
Afirmó que “en esos años no se hablaba de inclusión” y contó el caso de un joven que vendió mucho y le gustaba relacionarse con la gente, pero la familia no quiso que siguiera trabajando porque quería un puesto administrativo”.
A veces, la familia no interpreta el interés de la persona con discapacidad y desde hace 4 años esa persona no tiene trabajo”, arguyó.
Por otro lado, en tono crítico, manifestó que “el cupo laboral del 4 por ciento como piso no resuelve el problema de la desocupación en el ámbito de la discapacidad. Las empresas son más selectivas”.
También aseguró que “las mujeres con discapacidad tienen más dificultades para ingresar a las ofertas laborales o al sistema educativo”.