Desde el 1 de abril rige una nueva clasificación federal sobre las micro y pequeñas empresas lo que posibilita a los establecimientos el alcance a beneficios productivos.
¿Cuáles son los criterios para clasificar las diferentes categorías de empresas radicadas en la provincia? Sobre ello habló Maximiliano Martínez Márquez, subsecretario de Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán quien explicó que los nuevos topes para que las empresas tucumanas califiquen como micro, pequeñas y medianas empresas obedecen a criterios fijados desde el Gobierno central. Asimismo expresó que se realizó una actualización que comenzó a implementarse desde el 1 de abril.
“El Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, una vez al año, actualiza las categorías para tipificar las empresas micro y medianas, de tramo 1 y 2, que son las cuatro que pueden tener las mipyme. Entre los que se pueden encontrar los autónomos monotributistas. Esto se clasifica según el monto de facturación anual de cada empresa y la cantidad de empleados. Tiene su características según dependa de la actividad: comercio, servicio, industria, construcción o agropecuaria”, comentó a una emisora radial tucumana.
Determinación que sirve para que las empresas puedan acceder a los distintos beneficios de organismos nacionales y provinciales.
“Tuvimos una actualización que comenzó a implementarse desde el 1 de abril. Esta categorización se genera a través de la página de Afip en el Registro de Pymes. Se emite un certificado que facilita el acceso a los programas de promoción locales y federales. Se trata de apoyar y fomentar a las empresas pequeñas para su desarrollo”, comentó.
En promedio, en Tucumán, están radicadas unas 11 mil pymes. En su mayoría pertenecen a micro y pequeñas empresas, con cinco empleados por establecimiento. Un indicador que se asimila a lo que ocurre en otras provincias y países.
“El norte argentino tiene muchas empresas familiares. Los rubros más populares son el comercio, con un 40%; y las del sector industrial. Esta última es la que tiene mayor potencial porque es la que produce mayor agregado de valor. También tomaron auge las empresas de servicios como empresas de sistemas y software que son competitivas. Las pymes claramente son un motor de la economía que en Tucumán tiene un impacto cercano al 80%”, razonó.
La pandemia y la gestión nacional anterior “implicaron un gran impacto negativo a las pymes. Se dieron de baja muchos programas nacionales para el fomento. A la vez, el coronavirus tuvo su consecuencia recesiva principalmente en el sector comercial”.
En Tucumán, “los sectores industriales, en un 95% pudieron sostener su producción en 2020” dijo y valoró la importancia del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).