La Cuenca del Balderrama presenta suelos que permiten el cultivo de frutas finas, frutales y flores, alternativas que permitirían a los productores mejorar sus ingresos.
El ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, el vicepresidente primero de la Legislatura, Regino Amado, recibieron en Casa de Gobierno a miembros de la cooperativa cañera Ibatín de Monteros para avanzar en un proyecto de reconversión de cultivos de caña de azúcar. También participó de la reunión el secretario de Coordinacion del Ministerio de Desarrollo Productivo, Mariano Garmendia.
Fue una reunión importante para entender que el minifundio cañero hoy está pasando por una situación muy delicada. Hay un aumento del 150 por ciento fertilizante y del 80 por ciento del gasoil, costos que se ven reflejados en un aumento importante de la bolsa de azúcar”, explicó el ministro.
En esa línea, Simón Padrós indicó que el encuentro permitió “analizar propuestas productivas tendientes a diversificar al sector minifundista cañero. Evaluamos posibilidades de cultivos de frutilla, flores y frutales. Ya tenemos experiencia en esta materia en el campo experimental que tiene el Ministerio de Desarrollo Productivo en la localidad de La Invernada para diversificar al minifundio tabacalero. Así que queremos replicar este proyecto en Monteros”.
Diversificar la producción es apostar la rentabilidad en otros cultivos e implica hacer caña de azúcar y otros productos fuera de la producción de azúcar, una idea que favorecerá la rentabilidad”, añadió el titular de Desarrollo Productivo.
Por su parte, el ingeniero Miguel El Chayer, representante del INTA Monteros, explicó que el proyecto de reconversión productiva busca solucionar la problemática de la zona conocida como la Cuenca del Balderrama. Allí trabajan muchos pequeños productores de caña que no superan las 50 hectáreas, con una rentabilidad baja, pero que tienen suelos de altísima calidad.
“Estamos desarrollando un campo experimental de diferentes cultivos para que podamos transferir conocimiento y tecnología al pequeño productor. Con ese objetivo, estamos incursionando en cultivos intensivos, en pequeñas superficies con alta rentabilidad. Es el caso de las frutas finas como frutillas, arándanos y frambuesas que se hacen en pequeñas superficies y podrían dar al pequeño productor una calidad de vida mejor”, detalló El Chayer.
El experto indicó también que en Monteros existe la genética para producir frutales como durazno, ciruela y manzana “que tienen un excelente precio”. En ese sentido, sostuvo que “la idea es poner en marcha de inmediato el proyecto con la obra de un pozo de agua, el sistema de riego y un módulo de frutillas”, iniciativas para las que solicitaron el apoyo del Ministerio de Desarrollo Productivo.
El vicepresidente primero de la Legislatura, Regino Amado, explicó que “actualmente algunos pequeños productores sufren el bajo precio del azúcar y el alto precio de los fertilizantes”. Entonces la propuesta de la reunión fue que el INTA “pueda asesorar a los minifundistas para producir frutilla, árboles frutales y flores en el mercado comercial de la provincia, y en algunos casos para exportar”.
“Hay que destacar la importancia de esta reunión con el ministerio y con la cooperativa Ibatín. El efecto de este encuentro también le va a servir a otras cooperativas y productores que quieran acercarse a consultar cómo el Gobierno de la provincia está acompañando”, concluyó el parlamentario.