La Dirección de Ganadería junto al Siprosa, entre otros organismos, impulsa el Plan Provincial de Control de Hidatidosis. Enfermedad que afecta a animales como a personas.
La Dirección de Ganadería del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán, representada por su director Hernán Ovando, participó de una reunión interinstitucional realizada en el marco del Plan Provincial de Control de Hidatidosis, cuyo objetivo fue coordinar una agenda de actividades de erradicación que se desarrollará en la zona de alta montaña de nuestra provincia durante el mes de abril.
El Plan surgió de un proyecto formulado desde la Dirección de Ganadería, con financiamiento de la Ley Ovina-Caprina y pretende frenar el avance de esta enfermedad endémica en la provincia. Dicho Plan involucra, en una primera etapa, a la zona de alta montaña de los departamentos Tafí Viejo, Trancas y Tafí del Valle, más precisamente en las localidades de Ancajuli, San José de Chasquivil, Chasquivil, Anfama y Malamala.
Junto a la Dirección de Ganadería participan de este Plan, la Coordinación de la Ley Ovina-Caprina, el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, INTA, SENASA, Programa Integral de Salud del SIPROSA y Modalidad Rural (Alta Montaña) del Ministerio de Educación.
El objetivo del Plan radica en disminuir la Hidatidosis, teniendo en cuenta que esta enfermedad afecta tanto a animales como a personas pero además, el mismo permitirá a los productores tener control sobre el ganado, establecer protocolos de faenados y recibir asistencia sanitaria para los animales presentes en la zona.
Durante el encuentro, los participantes destacaron los beneficios de la articulación entre organismos provinciales y nacionales, lo que permite a cada uno aportar conocimientos y recursos para poder abordar de manera integral la erradicación de la Hidatidosis.
En esta línea, el director de Ganadería expresó: “La reunión fue muy enriquecedora. Consideramos que la articulación y el debate entre distintas instituciones, tanto a nivel nacional como provincial, es sumamente importante y beneficioso para la población”.
¿Qué es la Hidatidosis?
Es una enfermedad producida por un parásito que se llama Echinococcus granulosus y que transmite el perro a través de su materia fecal. Cuando el perro infectado elimina su materia fecal, salen con ella miles de huevos del parásito que contaminan el agua, el pasto, la tierra, las verduras y hasta quedan adheridos en el pelo del mismo perro. Cuando las ovejas comen los huevos con el pasto o el agua, en sus órganos (pulmones, hígado, etc.) se forman los quistes. Si el perro es alimentado con estas vísceras enfermas, en su intestino se forman otra vez los parásitos, y empieza el ciclo nuevamente.
¿Cómo se transmite?
La infección se produce cuando los huevos del parásito llegan a la boca de las personas (principalmente de los niños) y esto ocurre por actividades como: darle besos al perro, dejarse lamer por el perro, comer verduras contaminadas, tomar agua contaminada, etc.
¿Cuáles son los síntomas?
Las personas enfermas desarrollan quistes en el hígado y los pulmones, aunque también pueden llegar a otros lugares del cuerpo. Las personas con quistes hidatídicos pueden no tener síntomas durante muchos años (son portadores asintomáticos) hasta que el quiste es más grande y aparecen los síntomas (convirtiéndose en portadores sintomáticos).
¿Cómo es el tratamiento?
En las personas los quistes pequeños se tratan con medicación pero si alcanzan un gran tamaño se debe recurrir a la cirugía. En los perros también se realiza un tratamiento con medicación para evitar la eliminación del parásito por materia fecal
El sistema público de salud entrega gratuitamente medicamentos para el tratamiento en seres humanos y para la desparasitación de los perros.
¿Cómo se puede prevenir?
- No alimentar perros con achuras crudas.
- Desparasitar a los perros cada 45 días.
- Mantener a los perros lejos de los lugares donde se carnea
- Lavar con agua potable y a chorro fuerte las frutas y verduras.
- Evitar que los perros laman a los niños en la boca.
- Evitar que los niños se lleven tierra o arena a la boca.
- Lavar bien nuestras manos, después de tocar un perro, antes de comer y tantas veces como sea necesario.
- Cercar las huertas para que no entren los perros.
- Tratar de tener pocos perros, uno o dos por familia y que no estén sueltos.