• Microorganismos
  • El IDEP acompaña el crecimiento de Puna Bio

    Directivos del instituto participaron de la inauguración del centro tucumano de biotecnología, ubicado en el campus de la USP-T.

    El IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo) acompaña el desarrollo de proyectos tucumanos vinculados a la Economía del Conocimiento. Por ello, autoridades del instituto, estuvieron presentes en la inauguración de los laboratorios de la empresa tucumana Puna Bio.

    El evento se realizó en el campus de la Universidad San Pablo-T y, en representación del IDEP, estuvieron presentes: su presidente, Álvaro Simón Padrós; el director ejecutivo, Juan Luis Fernández; la directora, Catalina Lonac y la coordinadora del área Promoción de las Exportaciones, Lucía Gundlach.

    "La tarea que realizan en Puna Bio es muy innovadora. Aplicar los extremófilos a la agricultura significa un cambio de paradigma y nos parece sumamente importante apoyar estos conocimientos y seguir trabajando para impulsar acciones público-privadas que potencien este tipo de proyectos, cargados de potencial a nivel crecimiento, exportaciones y sustentabilidad", expresó Fernández.

    Por su parte, Lonac resaltó que esta es la tercera startup que se instala en el campus universitario. "Estamos muy felices de haberles abierto nuestras puertas a este grupo de científicos. Estamos trabajando para que se instalen nuevas startups y que siga creciendo nuestro parque tecnológico, apostamos por el crecimiento de nuestra región de la mano de la academia y la investigación científica aplicada", añadió.

    Durante el evento, los fundadores de la empresa compartieron con los presentes detalles de cómo lograron convertir un proyecto de base científico-tecnológico en una empresa de triple impacto.

    De la idea a un negocio en expansión

    Puna Bio es una startup fundada en 2020 dedicada al desarrollo de soluciones para la agricultura, a base de microorganismos extremófilos obtenidos de La Puna y que potencian los cultivos.

    Carolina Belfiore, directora de Operaciones de Laboratorio, comentó a los presentes: "mi participación en esta historia comienza hace más de 10 años. Maria Eugenia Farías (directora Ciencias de la Frontera) me dio la oportunidad de conocer a los extremófilos; estos increíbles microorganismos que tienen la capacidad de crecer en lugares donde las condiciones de vida casi no lo permiten. Me sumé a muchos de sus proyectos, pero un día tuve que iniciar mi propia línea de investigación y ahí fue cuando, preocupada por la falta de alimentos que teníamos en el mundo y viendo que los suelos cada vez eran menos aptos para los cultivos, pensé ¿por qué no usar estos microorganismos para ayudar a crecer a las plantas y aumentar su rendimiento? Fue ahí donde empecé a dar los primeros pasos que me traen hoy a Puna".

    El equipo directivo coincide en que, como científicos, comparten la pasión por la ciencia y el deseo de que el esfuerzo y la dedicación no queden en un laboratorio, sino que puedan salir y causar un impacto positivo en la sociedad. Y esto está cada vez más cerca de concretarse gracias a estas nuevas instalaciones.

    El nuevo centro cuenta con tres pisos y es único por su tecnología en Latinoamérica. Llevó un año y medio de trabajo junto a una inversión que superó los $150 millones.

    "Hoy contamos con esta infraestructura y los medios para hacer volar nuestra ciencia, para poder ser competitivos y estar a la vanguardia. Me siento feliz, ya que pude cumplir mi sueño de poder ver salir de la mesada de trabajo nuestro producto que ya hoy está en el mercado", concluyó Belfiore.



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