Los guardapolvos blancos y las sonrisas de las infancias se volvieron una postal clásica de las mañanas en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Como cada jornada, dos escuelas visitaron la sede administrativa del Poder Ejecutivo tucumano y fueron recibidas por el gobernador, Osvaldo Jaldo.

Se trata de las escuelas número 362 Juan Pablo II, de la localidad de El Brete, y la escuela número 47, Tufik Antonio Chebaia, de Zarate Sud. Los estudiantes y docentes estuvieron acompañados por el legislador Roberto Moreno y el intendente de Trancas, Antonio Moreno. 

Estamos muy contentos de poder traer a los niños a San Miguel, con el apoyo logístico del intendente Antonio Moreno, ya que son de zonas rurales dispersas”, contó Roberto Moreno. 

En esa línea, el parlamentario explicó que la propuesta se enmarca en el programa Conociendo mi Provincia, de la ciudad de Trancas, para que los alumnos puedan visitar los diferentes puntos históricos y turísticos de Tucumán. “La mayoría de los alumnos no conoce la capital, por eso hoy están siendo guiados por nuestros coordinadores, con el acompañamiento de los padres, para conocer la Legislatura, la Casa de Gobierno, la Casa Histórica, la Facultad de Educación Física, donde almorzarán, y Parque 9 de Julio”. 

Por su parte, Antonio Moreno destacó que el objetivo del paseo es que “los niños del interior puedan conocer los valores turísticos, culturales e históricos que tiene la provincia, porque fundamentalmente la historia argentina se ha escrito en Tucumán, Salta y Jujuy, y los chicos tienen que ser parte de eso”. 

Sandra Huanca, directora de la escuela número 362, remarcó: “Es una experiencia hermosa para los chicos, porque ellos ven todo lo que recorrimos en el aula. No es lo mismo ver una imagen que la experiencia de ellos, visitando realmente esos lugares y conociendo al Gobernador”. 

A su turno, Alejandra Agüero, la directora de la Escuela 47, dijo: “Estamos muy agradecidos, primero con el gobernador, Osvaldo Jaldo, por recibirnos; y en segundo lugar, con la Legislatura por agasajarnos. Sentimos una gratitud infinita por esta posibilidad para nuestros niños, son experiencias únicas que nunca se olvidarán. Esto queda grabado en su corazón y en su mente”.