Yerba Buena, barrio 11 de Marzo y San José son las zonas llamadas críticas.
El Ministerio de Salud Pública continúa trabajando intensamente en la prevención del Aedes Aegypti para combatir al dengue. Hasta el momento no se registran casos positivos en la provincia.
En la oportunidad, Leandro Medina, de la Dirección de Salud Ambiental del Siprosa, expresó: “Durante la jornada de hoy continuamos con las visitas en zonas y establecimientos críticos donde realizamos control focal. Esto significa que estamos abocados a buscar potenciales criaderos para ser eliminados”. Agregó que, para ello, abordaron la zona de Yerba Buena donde recorrieron gomerías, empresas privadas y viveros.
“Cuando hablamos de sitios críticos nos referimos a aquellos lugares muy propensos a albergar criaderos de mosquitos, entre los que se encuentran: cementerios, gomerías, talleres mecánicos, empresas de transportes, lavaderos, entre otros”, explicó el ingeniero.
Con respecto a cómo se organizan para cubrir todas las zonas, Medina dijo que tienen una base de datos previamente con estos lugares críticos del gran San Miguel de Tucumán, con una hoja de ruta organizada, donde día a día se le indica al personal de la Dirección de Salud Ambiental para realizar las visitas. Allí realizan revisión de posibles criaderos que requieran ser tratados, realizan consultorías y brindan recomendaciones en prevención a los trabajadores de los diferentes sitios.
Por otra parte, el referente comentó que, como todos los miércoles, realizan intercambio de sensores de oviposturas, retirando las ovitrampas, y dejando un nuevo juego de sensores en el lugar que visitaron. Hoy se trasladaron al barrio 11 de Marzo y San José, dos de los focos importantes de brote de dengue en la provincia.
En este sentido, el ingeniero hizo referencia a la función que cumplen las ovitrampas como método preventivo y dijo: “Se trata de un sensor que sirve para monitorear la presencia de postura o no, es decir, nos brinda información de la situación del lugar”.
Siguiendo la misma línea, explicó que se colocan en la propiedad de una familia que colabora con el procedimiento y estas deben mantenerse intactas durante 7 días. “Deben ser áreas sombreadas, frescas, por ejemplo, abajo de la mesada, en algún rincón de la casa, y si es en el exterior, tratando siempre que esté resguardado”.
Para finalizar, Medina indicó que el análisis de las ovitrampas y el reconocimiento de huevos están cargo de entomólogas de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT a partir de un convenio entre la casa de altos estudios y el Ministerio de Salud Pública.