Un especialista en la materia alerta sobre los cuidados a tener en cuenta para evitarlos.
Los cálculos renales pueden darse en cualquier momento de la vida, tanto en hombres como mujeres, es por ello que es de suma importancia la consulta temprana y llevar una vida sana.
“Los cálculos renales son depósitos que se producen en los riñones, agregados concentrados de sales y minerales que se forman por distintos motivos. Estos depósitos se pueden producir por distintas causas, principalmente genéticas, y hay otras que predisponen a su formación. Al día de la fecha, existen más de 25 genes identificados con distintos cromosomas que predisponen a la formación de las piedras renales; entonces hablamos de una alta predisposición genética”, expone Franco Javier Faggetti, referente del hospital Nicolás Avellaneda,
Sin embargo, aclara que hay otros factores que influyen a la hora de la formación de los cálculos, como ser la obesidad, el sedentarismo, la mala hidratación y ciertas condiciones metabólicas; por lo tanto, es multicausal.
“Hablamos de una enfermedad muy prevalente, al menos en nuestro medio. En la práctica privada representa la segunda causa más frecuente de consulta en urología. Estos cálculos producen distintos síntomas, afecciones, dependiendo de la cantidad, forma, tamaño y posición que se encuentran en la vía urinaria. A medida que se agrupan o agregan más sales, minerales, pueden ir creciendo en tamaño, puede haber más de uno y de distinta composición. Pueden migrar por la vía urinaria generando distintos síntomas como dolor abdominal, lumbalgia aguda o crónica”, sostiene el profesional.
La manera habitual de abordar a un paciente para diagnosticar esta patología, es a través de un interrogatorio y una ecografía: “Este estudio nos da un panorama rápido, inocuo, poco dañino para el paciente porque no utiliza radiaciones ionizantes, nos permite hacer un abordaje rápido e identificar si existen cálculos en los riñones, vejiga o uréteres que forman parte de la vía urinaria”, dice al respecto Faggetti.
El tratamiento puede ser diverso y depende de las condiciones en que se presentan los cálculos en la persona: terapias higiénico-dietéticas, tratamientos médicos o incluso quirúrgicos.
Es importante resalta el doctor, identificar aquellos factores de riesgo que predisponen a la formación de cálculos. Para ello se trabaja en que los pacientes inicien su actividad física, reduzcan su peso, coman con menos sodio, y aumenten la ingesta hídrica que es fundamental.
“Sabemos que el 50 por ciento de estos pacientes va a experimentar a lo largo de su vida otra formación de cálculos o un cólico renal producto de los mismos. Entonces atacar las causas que lo originan y por otro lado atacar ciertos alimentos que sabemos que también colaboran con la formación de cálculos como chocolate, nueces, ciertas verduras, o alimentos con alto contenido de oxalato de calcio”, comenta.
Por último, manifiesta que esta enfermedad afecta a ambos sexos por igual y no importa la edad. Abarca a toda la vía urinaria, es una patología que si no se trata a tiempo conlleva grandes consecuencias para los riñones y la función urinaria. Hay personas que llegan a perder el riñón e incluso puede costarle la vida al paciente. Ante el síntoma de un dolor lumbar o abdominal, es vital consultar de inmediato con un médico clínico que podrá hacer un diagnóstico o derivación oportuna para el tratamiento del paciente.
“Los cálculos renales son depósitos que se producen en los riñones, agregados concentrados de sales y minerales que se forman por distintos motivos. Estos depósitos se pueden producir por distintas causas, principalmente genéticas, y hay otras que predisponen a su formación. Al día de la fecha, existen más de 25 genes identificados con distintos cromosomas que predisponen a la formación de las piedras renales; entonces hablamos de una alta predisposición genética”, expone Franco Javier Faggetti, referente del hospital Nicolás Avellaneda,
Sin embargo, aclara que hay otros factores que influyen a la hora de la formación de los cálculos, como ser la obesidad, el sedentarismo, la mala hidratación y ciertas condiciones metabólicas; por lo tanto, es multicausal.
“Hablamos de una enfermedad muy prevalente, al menos en nuestro medio. En la práctica privada representa la segunda causa más frecuente de consulta en urología. Estos cálculos producen distintos síntomas, afecciones, dependiendo de la cantidad, forma, tamaño y posición que se encuentran en la vía urinaria. A medida que se agrupan o agregan más sales, minerales, pueden ir creciendo en tamaño, puede haber más de uno y de distinta composición. Pueden migrar por la vía urinaria generando distintos síntomas como dolor abdominal, lumbalgia aguda o crónica”, sostiene el profesional.
La manera habitual de abordar a un paciente para diagnosticar esta patología, es a través de un interrogatorio y una ecografía: “Este estudio nos da un panorama rápido, inocuo, poco dañino para el paciente porque no utiliza radiaciones ionizantes, nos permite hacer un abordaje rápido e identificar si existen cálculos en los riñones, vejiga o uréteres que forman parte de la vía urinaria”, dice al respecto Faggetti.
El tratamiento puede ser diverso y depende de las condiciones en que se presentan los cálculos en la persona: terapias higiénico-dietéticas, tratamientos médicos o incluso quirúrgicos.
Es importante resalta el doctor, identificar aquellos factores de riesgo que predisponen a la formación de cálculos. Para ello se trabaja en que los pacientes inicien su actividad física, reduzcan su peso, coman con menos sodio, y aumenten la ingesta hídrica que es fundamental.
“Sabemos que el 50 por ciento de estos pacientes va a experimentar a lo largo de su vida otra formación de cálculos o un cólico renal producto de los mismos. Entonces atacar las causas que lo originan y por otro lado atacar ciertos alimentos que sabemos que también colaboran con la formación de cálculos como chocolate, nueces, ciertas verduras, o alimentos con alto contenido de oxalato de calcio”, comenta.
Por último, manifiesta que esta enfermedad afecta a ambos sexos por igual y no importa la edad. Abarca a toda la vía urinaria, es una patología que si no se trata a tiempo conlleva grandes consecuencias para los riñones y la función urinaria. Hay personas que llegan a perder el riñón e incluso puede costarle la vida al paciente. Ante el síntoma de un dolor lumbar o abdominal, es vital consultar de inmediato con un médico clínico que podrá hacer un diagnóstico o derivación oportuna para el tratamiento del paciente.