Los profesionales articulan e integran la continuidad de tratamientos de personas en los tres niveles de atención.
La Dirección General de Salud Mental y Adicciones del Sistema Provincial de Salud, a cargo de Walter Sigler, creó el equipo de Integración Terapéutica Comunitaria
con el objetivo de articular e integrar la continuidad de tratamientos de personas en los tres niveles de atención y lograr así mayor calidad de atención e inclusión social.
“Se trata de un trabajo que estamos llevando a cabo con la Dirección General de Salud Mental y la Dirección de la Red de Servicios. La idea es brindar mayor accesibilidad a aquellas personas que por diferentes motivos tales como sociales, psicológicos, geográficos o económicos, no pueden acceder a la prestación de salud mental”, detalla la coordinadora de Salud Mental del Primer Nivel de Atención, Georgina Antonella Grillo,
En este marco es que se constituyó un equipo multidisciplinario para realizar el operativo en el Área Operativa de Alta Montaña, más precisamente en San José de Chasquivil. Los profesionales que participaron de la actividad fueron: la psiquiatra Angélica González, el enfermero Sergio Allende, la psicóloga Julia Vargas y la trabajadora social, Marina Lovaisa.
“Es un modelo que permite dar una mejor calidad de atención, continuidad de cuidado, de manera que también estamos respetando el derecho de los usuarios, tal como dice la ley de salud mental que es nuestro marco normativo para la constitución de estos dispositivos. Ya se hizo un abordaje en Leales y la semana que viene iremos a la zona de El Manantial, El Chañarito. Luego a Tafí del Valle”, explica la referente.
Respecto a los beneficios de contar con este equipo, Grillo hace hincapié en que de esta forma se puede conocer mejor al paciente: “tenemos que partir de la idea de que el proceso de enfermedad Ello nos permite hacer una lectura mucho más amplia, entender el escenario donde transcurre la vida de la persona. Esa es la mayor fortaleza de estos dispositivos”.
Es así que, advierte que a la hora de acercarse a cada familia y localidad, los profesionales lo hacen sin preconceptos, sin estigmatizaciones del padecimiento mental, porque cada comunidad merece que se respeten sus creencias, idiosincrasias, cultura.
“Entonces esa humildad con la que va el equipo es la llave que nos abre la puerta para que la persona y su familia entiendan que vamos a conocerlos, y en función a ello, los podemo