Los beneficios de generar conductas saludables en alimentación y nutrición oportuna, influirán en el estado general de salud de la madre.
La nutricionista del Caps Villa 9 de Julio, María Emilia Jarma, habló sobre embarazo saludable y consciente y la importancia que tiene la consulta oportuna con el especialista al momento de planificar esta etapa de la vida para evitar enfermedades a futuro de la mamá y el bebé.
En este contexto la profesional caracterizó el trabajo que se realiza desde los equipos de salud con la mujer embarazada como una labor a futuro, que inicia con su captación y primera consulta con el nutricionista para mejorar su alimentación y nutrición: “Trabajamos sobre la nutrigenética, esto implica que la mamá cumpla el rol de medio transmisor para mejorar la calidad de vida de ese bebé por nacer, por eso hablamos de salud a futuro y es la mejor forma de prevenir enfermedades crónicas a futuro”.
Siguiendo esta línea la especialista resaltó que los beneficios de generar conductas saludables en alimentación y nutrición oportuna, no redundarán solo en el bebé sino directamente en el estado general de salud de la madre: “Lo que buscamos es evitar cualquier tipo de evento como abortos prematuros o enfermedades crónicas como la obesidad o preeclampsia durante los 9 meses de gestación. Diabetes gestacional y otra variedad de enfermedades también son evitables”.
En un escenario ideal, afirmó Jarma, la mujer que toma la decisión de ser madre un año antes de la concepción debe consultar con el especialista en nutrición para mejorar las condiciones de ese proceso. “A nivel genético tenemos algunos condicionantes impuestos, pero a través de la nutrigenética esos factores se pueden aplacar y no despertarse a futuro”, comentó.
Respecto a las acciones que la nutrición tiene en los diferentes trimestres del embarazo la especialista manifestó que en el primero se prioriza la incorporación y correcta asimilación de determinados nutrientes, en el segundo se refuerza una alimentación que haga hincapié en el cuidado del sistema nervioso central de ese bebé y en el tercero se intenta fortalecer el aporte de micronutrientes como el zinc, magnesio y selenio.
“El primer paso es la consulta nutricional oportuna y a tiempo, pero en todo el proceso nunca se debe dejar de trabajar acompañando las emociones de la mamá, no olvidemos que la mujer transmite gran parte de esas emociones y sensaciones al bebé durante el embarazo, por eso aconsejamos el acompañamiento con psicólogo apoyado en terapia, entre otros recursos con los que contamos actualmente para realizar acompañamientos integrales durante esta etapa y otras tantas de la vida”, resaltó.
Una hidratación adecuada -evitando el consumo de bebidas azucaradas y altas en sodio como gaseosas, jugos para preparar y aguas saborizadas-; un consumo de sodio regulado, no solo a nivel de la sal de mesa que se incorpora a las comidas, sino también el que se incorpora en la dieta a través de la ingesta de productos industriales procesados y ultraprocesados; tener cuidado en el tipo de edulcorante que se emplea y la cantidad que se utiliza ya que hay endulzantes artificiales que atraviesan placenta y pueden afectar a nivel hormonal al bebé son algunos de los cuidados a tener en cuenta.
Dietas ricas en fibras que prioricen la ingesta de legumbres son muy beneficiosas para esta etapa y para muchas otras de la vida por la cantidad de nutrientes que aportan.