Formas económicas y prácticas para que el alimento del recién nacido no pierda sus propiedades nutritivas.
La referente del Programa de Lactancia Materna del departamento Materno Infanto-juvenil del SIPROSA, doctora Iris Méndez, cuenta cómo comenzar con este almacenamiento para cuando la mamá no puede amamantar al recién nacido.
Lo ideal es comenzar con suficiente tiempo, cuando tengamos que retomar el trabajo hay que programar con anticipación para poder hacer las cosas adecuadamente porque es manipulación de alimentos para nuestro bebé”, dice al respecto la profesional.
Para ello, explica que se puede conservar la leche teniendo un stock de recipientes, así la persona que quede al cuidado del niño pueda darle la leche de la mamá cuando ella no está.
“Estamos usando en la casa recipientes de vidrio. Pueden ser los mismos del café o la mermelada. Vamos acumulando esos frascos. Lo preferible es que sean pequeños, porque vamos a necesitar raciones pequeñas para cada toma. Entonces se los esteriliza con una olla con agua, se los hace hervir allí durante 10 minutos, con la tapa inclusive (hermética), se los escurre, se apaga la hornalla, se manipula con un repasador limpio que sea exclusivo para esto”, detalla.
Además comenta que generalmente la tapa tiene un círculo de cartón, el cual hay que retirarlo porque no sirve para conservar la leche.
“La mamá tiene que aprender a extraerse la leche, si puede hacerlo manualmente mejor. Una vez que ya alimentó al bebé y tiene mucha producción, comenzar a extraerse y guardar en esos frascos. Es fundamental que los rotule, con un papel poner la fecha que se sacó la leche y taparla muy bien”, aconseja.
Y añade: “Es vital no llenar hasta el tope el frasco de vidrio, no tengan miedo de poner los frascos de vidrio en el frízer, no se va a romper si dejamos un espacio de aire en la parte superior del frasco. Dejar un borde sin leche para que no vaya a explotar el vidrio. Tienen que ser recipientes aptos para alimentos, no conviene en frascos para juntar orina porque tienen una sustancia toxica para el bebe”.
Sobre la temperatura
Lo mejor, expone la médica, es guardar en heladera, no en la puerta sino en los estantes del equipo; esto dura hasta cuatro días. En el congelador común, no más de dos semanas; mientras que en un frízer a una temperatura de – 18°C, hasta seis meses.
La temperatura ambiente tiene que ser menor a 27°C, puede durar hasta cuatro horas, lo aceptable. Sino la leche comienza a descomponerse y a generar bacterias que pueden intoxicar al bebé”, sostiene.
Luego desmitifica y cuenta que la leche se conserva totalmente con este procedimiento, todas las propiedades tanto la parte inmunológica como nutricional, calórica, proteica, se conservan como si recién estuviese saliendo del pecho materno.
“Después para descongelarla, si vamos a usarla hay que empezar por la leche que primero hemos extraído. Se saca el frasco, se lo calienta a baño maría, se pone una olla con agua tibia, descongelamos a baño maría o bien bajo el chorro del agua caliente de la cocina. Para entibiar la leche, no usar microondas ni hacer hervir porque pierde sus propiedades”, termina.