El jefe del departamento de Enfermería del efector, Jorge Rivadeneira, se refirió a la iniciativa que se llevó adelante en la institución para conmemorar la fecha promovida por el Consejo Internacional de Enfermería en todo el mundo para el 12 de mayo, día del nacimiento de la considerada madre de la enfermería moderna, Florence Nightingale.

Rivadeneira destacó que el hospital es una segunda y querida casa para el personal y que por ello se decidió realizar este abrazo simbólico, de la mano no solo del personal de enfermería, sino de profesionales médicos, de traslado y de servicios de la institución que se unieron al gesto. “Fue muy lindo y emotivo para nosotros, especialmente después de haber atravesado una situación tan difícil como la pandemia que nos costó compañeros que se fueron, sensaciones encontradas, pero que nos deja sobre todo el reconocimiento de la gente que nos felicitaba y reconocía”.

Siguiendo esta línea el referente hizo hincapié en que dentro de esta disciplina se prioriza el trabajo en equipo y en contacto con otras especialidades y diferentes ramas de la medicina, procurando fortalecerse y motivarse entre pares.

Quien diga que no lloraba al llegar a casa durante la pandemia creo que miente, ha sido algo muy difícil pero que también nos fortaleció como personas y como profesionales. Aprendimos y tuvimos muchísimo apoyo por eso quiero agradecer al Ministerio de Salud Pública de la Provincia, a los ministros que nos acompañaron y acompañan proveyéndonos de todo lo que necesitamos para trabajar seguros, así como también nos asistieron desde la parte psicológica con especialistas que nos hacían seguimiento periódico para ver cómo estábamos”, recordó el profesional.

Respecto a la elección de la profesión que hoy se conmemora Rivadeneira resaltó la importancia del deseo y la vocación de servicio al otro en pos de su bienestar. “Ver cómo podemos colaborar para que los pacientes recuperen su salud es emocionante, formamos filas en el hospital para aplaudir a aquellos que se retiraban con su alta y sufrimos el golpe por quienes no lo lograron”, reflexionó.

En la actualidad el efector cuenta con una planta de 620 enfermeros que se capacitan permanentemente en variedad de temas para ofrecer lo mejor a la comunidad. “Solo tengo agradecimientos y respeto por nuestro personal, por haber visto como se jugaron completamente por el otro, sin importarles poner en riesgo sus vidas. Todos y todas estuvieron presentes”, concluyó.