“Después de dos años intensos de pandemia en los que el personal de enfermería mostró gran liderazgo, compromiso y responsabilidad en todos los sectores del hospital en los que se los necesitó e incluso en el área de Covid -porque originariamente el Padilla no era hospital Covid, pero como se lo requirió salimos a dar respuesta a las necesidades de la población- que supimos transformar para estar a la altura de las circunstancias”, inició Morales.

Siguiendo esta línea el profesional destacó la vocación de servicio de este personal, que en un hospital de alta complejidad como el Padilla, evoluciona permanentemente hacia la ocupación de roles de liderazgo al cuidado del paciente: “Tenemos nuevos servicios liderados por enfermeros, en unidades donde no existía esta figura y eso es muy importante y consecuencia de muchos años de trabajo, estudio, formación, sentido de pertenencia a la institución y de la labor junto a todo el equipo de salud”, dijo a la vez que definió este proceso de empoderamiento es producto de la constante adquisición de nuevas competencias.

El trabajo en equipo junto a médicos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, farmacéuticos, camilleros, mucamas, es diario y eso nos pone muy contentos porque nuestro departamento de Enfermería creció enormemente”, reflexionó en tanto resaltó que el hospital cuenta con una planta de alrededor de 800 enfermeros a cargo, que se capacitan de forma permanente.

En este sentido el directivo y designado coordinador de las Terapias Covid, recordó que antes y durante la etapa más cruda de la pandemia se capacitó en todas las terapias intensivas de la provincia -hospitales Centro de Salud, Eva Perón, Avellaneda, Maternidad, Concepción, Monteros-.

“Había que modificar la estructura, diseño, funcionamiento y circulación de las terapias para proteger al personal y a los pacientes. Era algo nuevo que íbamos aprendiendo basados en la experiencia en Europa y Asia y afortunadamente en el área de enfermería tuvimos baja incidencia de mortalidad en el equipo de salud”, sostuvo Morales, al tiempo que dijo es un orgullo ser el personal que se encuentra al lado de cada persona a lo largo de todo su ciclo vital, desde el nacimiento hasta la muerte en todas sus etapas, asistiendo las 24 horas del día cuidando.

Para finalizar el licenciado afirmó: “La tarea del enfermero no es solo curar sino cuidar a la persona, permanentemente, para prevenir y promocionar, para curar y rehabilitar, por eso estamos en el primer, segundo y tercer nivel de atención y eso hace que tengamos una visión holística e integral del paciente y que sepamos todo lo que le pasa”.