Si bien esta manifestación no provoca problemas graves de salud, puede dificultar ligeramente la digestión, causando una sensación frecuente de mala nutrición.
El lodo biliar, conocido también como barro biliar o arena en la vesícula, es una mezcla de colesterol y sales de calcio que se acumulan en la vesícula y no consiguen ser eliminados para el intestino, haciendo que la bilis se vuelva más espesa.
Al respecto el médico endoscopista del hospital Avellaneda, especialista en vía biliar, Lino Campero, contó: “El barro biliar es cuando la bilis no es solamente líquida sino contiene elementos sólidos, como colesterol y calcio. Estos elementos en un momento pueden sedimentar, es decir caen y van a formar una bilis espesa, a eso le llamamos barro biliar, una especie de grumo que se forma a nivel del árbol biliar. Posteriormente con el tiempo se sedimentan más y forman los cálculos, es decir que sería el inicio de la formación de los mismos”.
Al mismo tiempo agregó: “Esto puede ser detectado en las ecografías o estudios imagenológicos. Los principales pacientes que pueden padecer de esta patología son las embarazadas y los pacientes hiper obesos que están adelgazando. En cuanto a la prevención se debe evitar la acumulación de esos sedimentos. Darle al árbol biliar los suficientes elementos para que se disuelvan, se pongan más líquidos y se los pueda eliminar”.
En la mayoría de los casos, el barro o arena biliar puede tratarse sólo con alteraciones en la alimentación. La cirugía únicamente está indicada cuando la vesícula se inflama mucho o se producen piedras y provoca síntomas intensos. Ya que con el tiempo el barro biliar se va compactando y se forman las piedras que serían los cálculos y la litiasis biliar.
“Mayormente no da síntomas, pero hay algunos casos, en el que el paciente hace un cólico biliar, o una colecistitis aguda alitiásica, es decir se inflama la vesícula biliar y no vemos cálculos, es ahí donde encontramos en barro biliar, es decir a los elementos que están provocando este dolor al paciente”, agregó.
Por último, el especialista explicó: “A estos pacientes generalmente los encontramos en la consulta diaria con el gastroenterólogo, el cual le pide todos los estudios y el screening, para un control general, es en esta instancia donde se lo detecta. Es muy importante para evitarlo tener una alimentación saludable, beber mucha agua (al menos un litro y medio al día) y la práctica de algún deporte”, finalizó.