La disciplina permite a sus graduados el abordaje de problemáticas sociales complejas que llegan a los servicios sanitarios.
La jefa de residentes de Trabajo Social en Salud, Paula Paz, ofreció detalles sobre la instancia formativa que existe hace 4 años y que ya cuenta con su segunda cohorte para egreso. La misma de forma inédita presta servicios de guardia social en el hospital Avellaneda, donde transcurre su especialización.
El trabajo social es una disciplina de las ciencias sociales que interviene en el campo de salud: “Nuestra formación de grado es general para intervenir en diferentes campos y la residencia es actualmente una oportunidad que se generó en el Sistema de Salud para que los trabajadores sociales podamos acceder a una formación y especialización en el ámbito de la sanidad”.
La residencia en Tucumán dura 3 años, tiene como sede al hospital Avellaneda y es disciplinar, a diferencia de la que se brinda en otras provincias de forma interdisciplinaria, como las de Salud Mental. “En el NOA esta es la única residencia específica de Trabajo Social en Salud hasta el momento. La intervención del trabajo social en el ámbito de la sanidad es muy amplia y a lo largo de los años de especialización se va rotando por diferentes áreas del sistema”, contó.
En el primer año la rotación de residentes se realiza por el tercer nivel de atención y sus diferentes servicios -pediatría, perinatología y clínica de adultos-. A medida que la instancia formativa avanza se van poniendo en juego una gama de intervenciones profesionales.
“El trabajo Social estuvo históricamente ligado a la asignación de recursos, la gestión de materiales o insumos como medicaciones y prótesis; cuando en realidad esa es solo una dimensión de nuestro rol profesional, nuestra formación y especificidad nos permite y habilita para trabajar con equipos de salud en el abordaje de problemáticas sociales complejas que llegan a los servicios sanitarios con las diferentes necesidades y condicionantes sociales que atraviesan a las poblaciones usuarias”, reflexionó Paz.
Problemáticas vinculadas a la violencia de género, maltrato infantil, dificultades de los adultos de referencia para desempeñar las tareas de cuidado, no solo en relación a niños sino a adultos mayores con todo lo relacionado a la garantía de derechos de las personas que concurren a los servicios de salud; son algunos de los aspectos para los cuales el Trabajo Social aporta una mirada integral del individuo, su familia, su entorno y su comunidad.
“La articulación con instituciones por fuera del campo de la salud es algo también fundamental de nuestras intervenciones ejercidas. Actualmente hay seis residentes, este año egresará la segunda cohorte porque hace 4 años que existe la residencia”, concluyó.