La Dirección General de Fiscalización Sanitaria (DGFS) tiene como misión garantizar la seguridad de los servicios de salud, productos médicos, farmacéuticos y farmacológicos relacionados con las personas en el ámbito de la provincia.

Tiene dos funciones principales, ejercer el poder de policía sanitaria sobre todos los servicios y productos relacionados con la salud de las personas y realizar el registro y fiscalización del Sistema Informático de Información Sanitaria Argentino.

El director de Fiscalización Sanitaria, Orlando José Di Marco, explicó que el poder de policía del Estado hace la habilitación y que cuando se creó esta área, en el 2002, la misión fundamental fue la de garantizar la calidad de atención de las personas en los tres niveles: público, privado y seguridad social.

“Todo lo que es habilitación y control del acto médico, matrícula de los médicos, de auxiliares de la medicina y la legalización de todos los servicios asistenciales de la provincia pasan por el área de fiscalización sanitaria”, explicó Di Marco.

Además, el profesional manifestó que al ser el Estado uno solo, todas las áreas deben estar comprometidas y articuladas. “Hay un área dentro del Ministerio de Desarrollo Social que es de adulto mayor y trabaja permanentemente con nosotros cuando queremos hacer un abordaje sistémico con respecto a un geriátrico que puede tener problemas. Por lo tanto, trabajamos en conjunto”, remarcó.

Por su parte, Cecilia Gil, a cargo del Departamento de Fiscalización del Siprosa, contó que el mismo está a cargo de la habilitación de los geriátricos de la provincia, por la reglamentación de la Ley de Geriátricos provincial, que es la 7.487: “Somos los que realizamos el procedimiento habilitatorio, y con la reglamentación podemos controlar que se cumplan las exigencias y requisitos para su puesta en funcionamiento. Es por eso que hacemos varias inspecciones hasta que veamos que realmente se cumpla todo, especialmente en recurso humano y planta física”.

En este sentido, Gil explicó que es muy importante el recurso humano con el que cuenta el geriátrico, por lo que está expuesto que es necesario que un gerontólogo esté a cargo, contar con un médico clínico para hacer control a los ancianos y que quede asentado en las historias clínicas; y además tener fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapistas ocupacionales, musicoterapia, arteterapia, es decir, contar con todo lo necesario para dar una salud integral al adulto mayor.

“Como el período de habilitación es extenso, se hacen otros controles anuales del establecimiento a fin de constatar que el recurso humano esté completo y que cuando vayamos estén los profesionales designados en la resolución, y en el caso de haber algún cambio, debe ser informado”, explico Gil.

Por último, la profesional destacó que están abiertos a cualquier solicitud de información. Además, sugirió que las personas se acerquen al Departamento de Fiscalización o que se comuniquen telefónicamente para saber cuáles son los geriátricos que están habilitados. “Es importante que la familia se asegure, antes de internar a los ancianos, para que sepan que lo están haciendo en un lugar habilitado. Hay muchos geriátricos clandestinos, es por eso que les pedimos que se comuniquen o vengan a consultarnos”, indicó.

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