La actividad se desarrolló en el Hospital Néstor Kirchner y se instrumentará a través de cuatro encuentros, todos los lunes del mes de agosto.

En la oportunidad, la licenciada Carolina Salim, referente del Programa de Abordaje Integral de la Violencia de la Dirección de Salud Mental y Adicciones del SIPROSA comentó: “Estamos con el segundo módulo dentro del ciclo de capacitaciones de la Ley Micaela. Inauguramos ya la cuarta corte de agentes de salud capacitados en el marco de la Ley Micaela. Esto es importante porque implica un avance en la visibilidad de las problemáticas de la violencia en general, de género en particular además de la incorporación de herramientas y normativas de todos los equipos de salud que están a cargo de población, que pueden acudir al sistema con una consulta”.

“Este ciclo está dirigido a los abogados, asesores letrados de toda la red del sistema, asistencial y no asistencial. Está pensado por cuatro encuentros durante el mes de agosto, los días lunes. Termina el 26 de agosto con un examen final para aprobar el módulo y el ciclo de capacitación para el día 27”, explicó.

Esta propuesta, agregó, viene por inquietud de los equipos, por un avance del programa de violencia que yo coordino, desde 2012 y en el marco de incumbencias normativas de la Secretaría de la Mujer y el Ministerio de Desarrollo Social, que son los que están como órgano de aplicación de la ley en la provincia por lo que consensuamos y coordinamos los contenidos y los cuatro encuentros.

Por su parte, la psicóloga Eugenia Durgan, de la Dirección y Protección de los Derechos de las Mujeres comentó: “Trabajo junto a Valeria Jiménez que es abogada y estamos brindando encuentros de capacitación y reflexión en torno a la perspectiva de género y a la transversalidad dentro de los organismos del Estado, de esta perspectiva como una herramienta de trabajo para abordar las problemáticas con las que nos encontramos en el día a día”.

La charla de hoy, destacó, está destinada a agentes de la asesoría letrada. Vamos a abordar temas de la Ley de Prevención y Erradicación de las Violencias hacia las Mujeres y la Población LGBT y articulando con otras herramientas que venimos trabajando como el protocolo de acción con respecto a los familiares de víctimas de femicidios. La idea es entrecruzar las herramientas con las que vienen trabajando, las que nosotras traemos para fortalecer los abordajes de las problemáticas de violencias en todos los ámbitos en los que se dan estas situaciones y justamente en salud que hay un amplio espectro.

“Desde el año pasado se viene capacitando al personal de salud. Se arrancó por los cargos jerárquicos y vamos a ir pasando por distintas etapas. Es una población bastante grande, por lo que vamos dividiendo por sectores. Falta bastante todavía, pero estamos notando mucho interés en la gente que se forma. Implican un espacio de reflexión para pensar cómo aplicamos estas herramientas en nuestra práctica cotidiana”, precisó.

Finalmente, aseguró: “Me parece que lo que implica, es un modo de ver, de actuar, una ética profesional con perspectiva de género y derechos humanos, pensando en cómo aplicarla caso por caso, teniendo en cuenta, que todas las situaciones de violencia con las que nos encontramos son distintas, a pesar de tener algunas cuestiones en común. Ese es el ejercicio que tenemos que hacer, no estandarizar los casos, las situaciones y poder aplicar las herramientas que tenemos acordes a cada caso con sus particularidades”.