A nivel mundial se conmemora esta fecha que nos recuerda la importancia de mantener y cuidar la salud ósea y abogar por los derechos de las personas, en especial, aquellas con discapacidades relacionadas con esta enfermedad.
Sobre la fecha conmemorativa, la doctora Alejandra Pereyra, médica reumatóloga del hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda, comentó: “Cada 20 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Osteoporosis, una de las enfermedades de la osteopatía metabólica que sufrimos las mujeres con mayor frecuencia y algunos hombres que padecen alguna cuestión hormonal. Esta patología está relacionada con un proceso de descalcificación de los huesos que inicia a partir de la menopausia en líneas generales”.
Asimismo, la profesional destacó que en el inicio de la menopausia existe un cambio hormonal en el cual la mujer sufre una baja de las hormonas sexuales, los estrógenos y la progesterona, estas son las que protegen durante toda la vida los huesos para no perder el calcio. Este proceso inicia a partir de la menopausia como el tercer estado fisiológico de la mujer en donde empieza a salir el calcio del hueso y en ese momento se realiza un tratamiento de sostén, dependiendo del momento en el que se encuentra la paciente o el grado de osteoporosis que padece.
“Es importante aclarar que el cuerpo de la mujer forma los huesos desde que nacemos hasta máximo los dieciocho años, es por eso la importancia de la ingesta de leche y derivados. Mientras que los hombres forman los huesos hasta los 21 años, por ello tienen menos incidencia de osteoporosis que las mujeres. Esa masa ósea que uno forma en la infancia hasta la adolescencia, es la que nos va a acompañar durante toda nuestra vida. Existen otros factores hereditarios como en el caso de madres o abuelas osteoporóticas con fracturas de cadera, en las cuales existe cierta predisposición en las nietas o hijas a tener mayor incidencia de fractura de cadera y de osteoporosis”, destacó.
El tratamiento depende del grado de la osteoporosis de la paciente y se basa sobre todo en tres pilares, la ingesta de calcio a través de medicamento o de leche y sus derivados, la vitamina D que cuando pasa el tiempo las mujeres suelen tener menos cantidad de esa vitamina en el cuerpo y si es necesario se debe añadir un fijador de calcio en los huesos.
“En todos los hospitales existen servicios de reumatología y ginecología en donde las mujeres pueden ir a realizarse los estudios, allí le pedirán todo el perfil metabólico, hormonal y la densitometría. Aquí en el hospital Avellaneda tenemos un densitómetro, así como también en el Centro de Salud y la Maternidad. La idea es que las mujeres se realicen los estudios y posteriormente realizar una consulta con un endocrinólogo o reumatólogo, que si es necesario le pedirá otros estudios complementarios”, cerró.