El Hospital Doctor Mario Victor Estivala, ubicado a 133 kilómetros de San Miguel de Tucumán, es el nodo número 21 del Programa Provincial de Detección Temprana y Abordaje Integral de la Tartamudez.
La licenciada en fonoaudiología Ayelén Sandes Quinteros destacó los esfuerzos del Área Programática Sur en la concientización sobre la importancia de la detección temprana y el tratamiento integral de la tartamudez, beneficiando a cientos de familias en La Cocha y zonas aledañas.
Bajo la dirección de la doctora Marcela Figueroa, Sandes Quinteros detalló que el Hospital Doctor Mario Victor Estivala, ubicado a 133 kilómetros de San Miguel de Tucumán, es el nodo número 21 del Programa Provincial de Detección Temprana y Abordaje Integral de la Tartamudez. “Nuestra zona de responsabilidad abarca aproximadamente 3.900 habitantes en nuestra jurisdicción, que comprende un CIC, seis CAPS y 24 escuelas de nivel inicial, primario y secundario. Desde marzo de 2022, nuestro hospital forma parte del programa, y atendemos a pacientes con tartamudez los lunes y jueves, de 7 a 13 horas, con turnos protegidos para quienes provienen de áreas rurales”, explicó la licenciada.
Siguiendo esta línea, Sandes Quinteros subrayó la importancia de la capacitación al personal de salud, incluyendo a enfermeros, agentes socio sanitarios y administrativos. “Esto asegura que los pacientes reciban una atención oportuna desde su llegada al hospital. El equipo realiza talleres periódicos en colaboración con otros servicios del hospital, como el programa de evaluación del crecimiento y desarrollo infantil, además de un taller de kinesiología enfocado en técnicas de relajación, respiración y masajes faciales para padres y pacientes. Además, en el ámbito odontológico, se ha trabajado en la promoción de la higiene bucodental para mejorar la salud integral de los pacientes, y se han establecido alianzas con el servicio de salud mental para atender tanto a las familias como a los pacientes con tartamudez”.
Fuera del entorno hospitalario, el equipo ha colaborado con la radio municipal para difundir información sobre el trastorno, ofreciendo capacitaciones a comunicadores sociales. En los consultorios, el trabajo se concentra en evaluaciones individuales, terapia personalizada para pacientes, y la realización de talleres destinados a familiares. “Nuestro último taller fue dirigido a madres de pacientes con tartamudez, y se centró en estrategias para fortalecer el trabajo terapéutico que realizamos en las consultas, Además, hemos visitado escuelas para capacitar a los docentes en el manejo de estudiantes con tartamudez, brindando pautas claras y efectivas”, finalizó la licenciada Sandes Quinteros.
Este enfoque integral ha permitido no solo mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también crear un entorno de apoyo dentro de la comunidad para quienes lidian con este trastorno.