En la Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes, un equipo interdisciplinario de profesionales trabaja incansablemente para garantizar el bienestar de los recién nacidos, con especial énfasis en aquellos que nacen prematuramente.
En la Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes, un equipo interdisciplinario de profesionales trabaja incansablemente para garantizar el bienestar de los recién nacidos, con especial énfasis en aquellos que nacen prematuramente. La doctora Ana Cecilia Torrego, médica neonatóloga del hospital, destacó la importancia de un enfoque integral y humanizado en el cuidado neonatal, especialmente en lo que respecta al neurodesarrollo.
La doctora Torrego explicó que el principal objetivo del equipo es velar por el neurodesarrollo de los bebés prematuros desde su nacimiento. Este trabajo conjunto, que involucra a psicólogos, asistentes sociales, fonoaudiólogas y otros profesionales, es clave para crear un entorno adecuado que favorezca el desarrollo cerebral de los recién nacidos.
"El neurodesarrollo es una prioridad en el tratamiento de los bebés prematuros. Es fundamental porque de estos cuidados depende el futuro de esos niños cuando se van a su hogar. Si bien la tecnología es crucial para que el bebé sobreviva, la humanización en el contacto con él es igual de importante. Cada interacción, incluso las más simples, tiene un impacto directo en su cerebro en desarrollo," explicó la especialista.
En relación con el ambiente en el que se cuidan a los bebés prematuros, Torrego destacó la importancia de reducir los estímulos externos, como los ruidos y las luces excesivas, que pueden resultar abrumadores para los bebés. Explicó que, para evitar que los recién nacidos se sobrecarguen, se busca reducir estos estímulos en la unidad de neonatología, al tiempo que se promueve el contacto con la voz materna, un estímulo positivo que favorece la autorregulación del bebé y es esencial para su bienestar.
Además, la doctora subrayó la importancia del microambiente en el que se encuentra el bebé, especialmente en lo que respecta al posicionamiento. "Cuando logramos contener al bebé en una postura de flexión, similar a la que tenía en el útero, ayudamos a que se autorregule, lo que repercute positivamente en sus funciones vitales, como la frecuencia cardíaca, respiratoria y digestiva," explicó. De esta forma, el ambiente en el que se encuentra el bebé juega un papel fundamental en su desarrollo neurológico.
Sin embargo, los cuidados no comienzan una vez que el bebé llega a la neonatología, sino mucho antes, durante el embarazo. Torrego destacó la importancia de la detección temprana de factores de riesgo, como la hipertensión o la diabetes gestacional, que pueden dar lugar a un parto prematuro. "La detección temprana de los factores de riesgo es fundamental para prevenir el parto prematuro. Los controles prenatales, las ecografías y los análisis son esenciales para identificar cualquier complicación que pueda anticipar un nacimiento prematuro," señaló. Además, tratamientos como el sulfato de magnesio se utilizan para proteger el cerebro de los recién nacidos y prevenir hemorragias cerebrales.
Otro aspecto clave en el enfoque de la Maternidad es la importancia del acompañamiento familiar. Su política, centrada en la familia, permite que los padres permanezcan con sus bebés las 24 horas, lo que fortalece el vínculo afectivo y facilita la lactancia materna, lo cual es beneficioso para el neurodesarrollo.
La doctora Torrego comentó: "Cada vez más, las patologías maternas como la preeclampsia y la hipertensión inducida por el embarazo están asociadas al parto prematuro. Estas condiciones, en muchas ocasiones, obligan a adelantar el parto para proteger la salud tanto de la madre como del bebé."
A pesar de las diversas causas que pueden desencadenar un nacimiento prematuro, la neonatóloga insistió en que los esfuerzos por brindar atención adecuada, tanto en la fase crítica como en la posterior recuperación, son fundamentales para el desarrollo y bienestar a largo plazo de los bebés.
Para finalizar Torrego destacó que el trabajo interdisciplinario, el apoyo familiar y un entorno adecuado son fundamentales para asegurar que los bebés prematuros crezcan y se desarrollen de manera saludable. Según la especialista, este enfoque integral demuestra cómo la medicina moderna puede combinar la tecnología y la humanización para mejorar la calidad de vida de los recién nacidos, brindándoles un futuro prometedor.