Bajo la dirección del doctor Luis Medina Ruiz, la Brigada de Vacunación alcanza hitos importantes en la cobertura de inmunización, destacando un esfuerzo continuo y coordinado en el terreno.
Tucumán se consolida como un ejemplo de organización y prevención sanitaria, gracias a la gestión del Ministerio de Salud de la Provincia, bajo la dirección del doctor Luis Medina Ruiz. A través de operativos de vacunación cíclicos, el organismo garantiza que los tucumanos no queden desprotegidos frente a enfermedades prevenibles como el dengue, la hepatitis B y otras infecciones bacterianas.
Uno de los ejemplos más claros de este enfoque en acción es la labor de la Brigada de Vacunación a cargo de la licenciada Sandra Ibáñez, responsable también del Vacunatorio de la Familia. En un operativo reciente realizado en la Gendarmería, la brigada completó el esquema de vacunación contra el dengue en 50 gendarmes, aplicando las segundas dosis necesarias para completar su inmunización. Además, se aplicaron cinco primeras dosis a personas que previamente habían padecido la enfermedad.
“Hoy estuvimos realizando un operativo en Gendarmería, en el marco de nuestra estrategia cíclica, lo que significa que regresamos a los lugares donde ya hemos vacunado anteriormente para completar los esquemas de inmunización", explicó la licenciada Ibáñez. "El dengue es una prioridad, y gracias a la organización de los operativos, pudimos vacunar a 50 personas con la segunda dosis, y a otras cinco con la primera, ya que habían estado enfermos previamente”.
El modelo cíclico de vacunación tiene como objetivo asegurar que las personas no se queden sin completar sus esquemas. “Cada tres meses volvemos a visitar a aquellos que necesitan la segunda dosis, y a quienes no pudieron vacunarse antes por motivos de salud. De esta manera, garantizamos que nadie quede sin protección”, agregó Ibáñez.
El trabajo de la Brigada de Vacunación se extiende más allá de las fuerzas de seguridad. Según la licenciada, el equipo tiene un calendario bien definido para visitar distintos sectores y grupos de riesgo, como el personal penitenciario. "En estos casos, vacunamos con las dosis correspondientes al esquema nacional, como la antihepatitis B o la doble bacteriana, ya que los penitenciarios deben estar protegidos debido a su exposición constante", comentó.
Además de la acción en el terreno, un aspecto fundamental del trabajo realizado es el registro y la carga de datos en el sistema de salud. El Vacunatorio de la Familia ha aplicado más de 93.000 dosis durante el 2024, y cada una de ellas ha sido debidamente registrada para asegurar que los pacientes puedan acceder a su carnet digital de vacunación. "Es un trabajo integral, no solo se trata de aplicar la vacuna, sino también de garantizar que el paciente esté correctamente registrado en el sistema", destacó la licenciada Ibáñez.
El impacto de estas acciones no solo se mide en números, sino en la prevención de enfermedades y en la mejora de la salud pública. Como enfatizó Ibáñez, "inmunizar es nuestra principal actividad, y nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos logrado, porque sabemos que estamos protegiendo a la comunidad de enfermedades que pueden ser graves."
Con una labor de planificación, esfuerzo y coordinación, Tucumán avanza con paso firme en su objetivo de mejorar la salud de sus ciudadanos, garantizando que la prevención sea una prioridad y que cada persona tenga acceso a las vacunas necesarias para vivir una vida más saludable y libre de enfermedades.