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Destinado a las personas en contexto de encierro cuyo objetivo principal es la futura reinserción laboral y, por ende, al acceso de igualdad de oportunidades.
En el marco del trabajo multidisciplinario que lleva adelante el Servicio Penitenciario de Tucumán destinado a la población de internos, la prominente actividad del sector de granja se alista a los diversos talleres destinados a las personas en contexto de encierro cuyo objetivo principal es la futura reinserción laboral y, por ende, al acceso de igualdad de oportunidades.
De esta manera, comenzó la actividad de siembra de semillas de alfalfa, maíz, zapallo, sandía y melón en el sector de Granja y Equinoterapia. Al respecto, el director del penal Félix Concha, comentó como están trabajando y cuáles son las metas a alcanzar.
“Trabajamos conforme a las legislaciones en vigencia dentro de lo que manda la ley que apunta a la reinserción de la persona a la sociedad. Para eso se hace un trabajo multidisciplinario donde se le da educación, salud, trabajo, entre otras cosas. Y dentro del rubro educación también está contemplado lo que se denomina las huertas, que están siendo dirigidas por profesionales en ese arte, con ingenieros, con quienes coordinamos en forma conjunta con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y otros organismos”, comentó el director.
Es un trabajo que se hace con el Departamento de Producción y el servicio penitenciario juntamente con las personas alojadas en Villa Urquiza, unidad número 3 de Concepción y se está haciendo extensivo a la unidad número 4 de Banda del Río Salí.
En cuanto a los productos obtenidos de la labor, Concha remarcó que “lo que se cosecha y se produce es para consumo mixto, es decir para los internos y para la venta. En la unidad número 3 ya se está aplicando esa modalidad y el precio es mucho más accesible que el mercado común. Estamos trabajando con nuevas estrategias, con mayores resultados, es una verdura fresca, no se usa agroquímica, está dentro de lo orgánico, monitoreado por profesionales en el área de bromatología”, afirmó.
Algunas de las verduras que se suman a este abanico de cultivos están las hortalizas comunes, acelga, remolacha, lechuga, cebolla, repollo, entre otras. Al ser una actividad que requiere de trabajo y cuidados, contó que “tenemos mucha gente abocada a esta actividad, están trabajando alrededor de 50 personas por unidad y en algunos casos son más de 50, tenemos una granja de mayor envergadura y en todas las unidades se hace este tipo de trabajo que se suman actividades de jardinería, flores y paisajismo”, señaló y remarcó que esta actividad se realiza desde un enfoque ecológico de desarrollo sustentable para disminuir las acciones que inciden en la contaminación.
En este marco de trabajo, el encargado de la Coordinación General de Tratamiento, Diego Leal indicó que “nosotros tenemos un objetivo fundamental que es la reinserción social, para eso hacemos el acompañamiento para el retorno social de la persona privada de la libertad. Procuramos, a través de un programa de tratamiento que se caracteriza por ser individualizado, que la persona tenga las alternativas de acceder a distintas instancias de tratamiento según la elección personal y la necesidad que se avizore en la evaluación previa que se hace por el equipo interdisciplinario y de ahí armamos líneas de tratamiento específicos y concretos, pautados en base a un diagnostico individual”, detalló.
Finalmente, agregó, “el tratamiento penitenciario es un esquema, un proceso muy amplio donde abarca aspectos subjetivos, educativos, laborales, recreativos, culturales, deportivos y todos aquellos donde el interno pueda realizar una actividad. Nosotros trabajamos en una política de restitución del derecho, trabajamos con personas que a veces no pudieron acceder a una educación básica, formación profesional o el acceso a una fuente laboral”, concluyó.