Este fin de semana dos incidentes con rasgos delictivos motivaron la intervención de la Policía en procura de restablecer la convivencia pacífica de los vecinos.

“Un conflicto vecinal se refiere a cuando se habla de ruidos molestos, tenencia responsable de mascotas, uso de estacionamiento, problemas de copropiedad, olores molestos, actos discriminatorios, follaje de plantas y árboles o devoluciones de bienes prestados, por ejemplo, son situaciones que devienen en discusiones acaloradas”. Y, si media entre ellas el consumo de sustancias como alcohol o drogas, los desenlaces pueden gravísimos.

Tal es el caso ocurrido en la “Ciudad Jardín” en la noche de este sábado. Allí un hombre, le prendió fuego a la camioneta de sus vecinos porque ellos le pidieron que no orinara en la vereda. Tras una intensa discusión que terminó con golpes, el acusado se retiró del domicilio de las víctimas.

Al cabo de unas horas, regresó y (mientras los dueños de la camioneta estaban dentro de su casa) le prendió fuego. Luego de la denuncia realizada, los efectivos de Comisaría Marti Coll fueron hasta la vivienda del acusado para aprehenderlo.

Según relataron las víctimas, su vecino estaba reunido con amigos en un galpón colindante desde la tarde del sábado y el consumo de bebidas alcohólicas era notorio.

Pasada la medianoche, otro de los hechos ocurrió en el barrio Jesús de Nazareth, donde intervino un equipo policial de la Comisaría El Colmenar que llegó hasta una vivienda, luego que los vecinos llamaran al Sistema de Emergencias 911 porque un joven (ahora aprehendido) y sus amigos estaban discutiendo y realizando disparos al aire; incluso, habrían robado la moto de un vecino.

Allí también se habría bebido alcohol en exceso. Los efectivos llegaron y controlaron la situación, secuestraron dos tumberas, una escopeta y municiones.