Se trata de un entrenamiento a nivel físico y psicológico que prepara a los integrantes de la Policía y del Servicio Penitenciario para actuar eficientemente en situaciones extremas, que permite desarmar, inmovilizar y detener a una persona.

En esta oportunidad se brindó una clase magistral a los participantes que fue coordinada por el director de la Federación Internacional de Krav Maga, Julián Cruz.

En esta capacitación estuvieron presentes el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa; el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Miguel Gómez; la directora de Control de Gestión, Emilia Tarifa; la responsable del Área de Cooperación Internacional y Capacitación, Carina Faur; el director de la Escuela Superior de Policía, comisario inspector Oscar Medina; la directora de la Escuela de Suboficiales y Agentes, comisario principal Gabriela Torres y los instructores Héctor Cardozo, Rubén Soria, Rodrigo Amor, Mariana Cardozo y José Palacios.

“Recibimos al director de la Federación Internacional de Krav Maga, quien ha brindado una clase magistral en este curso aplicado a las fuerzas policiales y penitenciarias. Esto se enmarca en la continuidad del ciclo de formación anual en materia de actualización y perfeccionamiento profesional”, declaró Carina Faur.

En tanto Julián Cruz manifestó: “Estamos capacitando a los instructores que están en la provincia de Tucumán y colaborando con este curso de Krav Maga. El objetivo de este trabajo es darle herramientas al personal policial para que cuente con diferentes procesos de actuación y para estimularlos en lo que es el proceso de toma de decisiones y así tengan un desempeño eficiente en el área que nos corresponde a nosotros que es el de defensa personal”, detalló.

En ese contexto, el instructor explicó que el abordaje a nivel práctico fue básicamente como se debe actuar cuando tienen un agresor con un objeto corto punzante en la mano. Esto se trabaja bajo cinco aspectos: a nivel físico, a nivel técnico, táctico, legal y mental al momento que los atacan con un cuchillo y además, en lo que atañe esto en el marco legal.

“Veremos el proceso de aproximación y de abordaje de un agresor con un objeto corto punzante en dos ópticas, una de ellas es que sucede cuando el personal recibe una modulación y debe asistir al lugar del hecho sabiendo quien es el agresor y en segundo punto la hipótesis de máxima que es cuando el agresor lo individualiza al personal policial y lo ataca restándole tiempo de reacción”, advirtió Cruz.