Con los ojos llenos de asombro y el corazón latiendo de emoción, 21 niños de entre 5 y 12 años, provenientes de escuelas rurales de alta montaña, vivieron una experiencia única al recorrer algunos de los principales atractivos turísticos de Tucumán. Los estudiantes de las escuelas José Murga (de la localidad de El Carmen), Manuela Pedraza (de Los Corpitos) y la Escuela N° 340 (de Yasyamayo) se embarcaron en un viaje que quedará grabado en su memoria para siempre.

Desde el primer instante, las risas y la alegría llenaron el ambiente. Al llegar al parque aéreo Raki, los pequeños no pudieron contener su emoción al participar de los juegos y actividades recreativas. La adrenalina y la diversión fueron las grandes protagonistas del día, mientras se sumergían en esta nueva aventura.

El recorrido continuó con una visita a Casa Histórica y la Casa de Gobierno, donde las expresiones de asombro al conocer los rincones donde se forjó la historia de nuestro país reflejaban el impacto de la experiencia. Para muchos de ellos, era la primera vez que caminaban por las calles de la ciudad y visitaban estos emblemáticos espacios. En su trayecto conocieron también la oficina de informes del Ente Tucumán Turismo, donde los informantes le brindaron folletería y contestaron todas sus preguntas para enriquecer la experiencia.

Pero la sorpresa no terminó allí. En El Cadillal, los niños vivieron un viernes mágico entre paseos en catamarán, vuelos en aerosilla y la visita al Museo Arqueológico, donde sus expresiones contaban la historia mejor que cualquier palabra.

El viaje fue organizado de manera conjunta por el Ministerio de Educación de Tucumán, el Ministerio del Interior, el legislador Marcelo Herrera y el Ente Tucumán Turismo, quienes coordinaron cada detalle para que esta vivencia fuera posible. Nuestro organismo, comprometido con fomentar el turismo inclusivo, planea repetir este tipo de iniciativas con otros grupos de niños, brindándoles la oportunidad de descubrir y disfrutar de la riqueza cultural y natural de la provincia.

“Es algo que los chicos no se van a olvidar nunca, es una vivencia increíble para ellos”, comentó Fabiana Lobo, una de las docentes que acompañó la delegación, mientras observaba a los niños llenos de entusiasmo y curiosidad.

Este viaje no solo les permitió descubrir la ciudad y sus maravillas, sino que abrió una ventana hacia un mundo nuevo, repleto de aprendizajes, diversión y, sobre todo, sueños por cumplir.